El estudiante de
Salamanca es una
obra de José de Espronceda que forma
parte de la última parte del tomo de Poesías de 1840. Lleva como subtítulo cuento fantástico, que orienta sobre su
género.
Es una obra dividida en cuatro partes desiguales y basadas en
varias leyendas y tradiciones, difundidas en obras antiguas y contemporáneas.
La mujer enamorada y muerta de amor vuelve convertida en un misterio, encarnación de un sentido simbólico y ambiguo que en algún momento el poeta compara a la esperanza, pero que conduce a la muerte. Don Félix pasa ser un libertino y desgarrado doble de don Juan a ser la figura de la desesperación y la rebeldía, enfrentándose al castigo divino. Por lo tanto, la obra supone la articulación de dos grandes temas: la desolación producida por el amor imposible y la rebeldía total hasta la muerte.
Murió de amor la
desdichada Elvira,
cándida rosa que agostó el dolor,
süave aroma que el
viajero aspira
y en sus alas el aura
arrebató.
Vaso de bendición, ricos colores
reflejó en su cristal
la luz del día,
mas la tierra empañó
sus resplandores,
y el hombre lo rompió
con mano impía.
Estos versos lo encontramos en la parte segunda en el que hay
un retrato de doña Elvira, víctima, y muerte de ésta. Precisamente vemos cuando
muere Elvira. Se presenta a una mujer en contraste a lo que nos ha
caracterizado Félix de Montemar- segundo don Tenorio, rebelde en contra de la
sociedad-. Elvira es un personaje femenino con papel de víctima del hombre, con
sentimiento de culpa, se deja arrastrar por su pasión amorosa aun sabiendo que
no va acabar bien. Ella acepta su muerte al carecer de otra ilusión que no sea
el amor de Félix de Montemar. Por la tanto, los personajes opuestos hacen que
el del papel de la víctima se realce más.
En definitiva, el tema de la muerte en este poema se ve
reflejado de dos formas diferentes: la muerte de la víctima por la frustración del
amor y la del protagonista rebelde que es atrapado por la muerte presentada en
cuerpo de Elvira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario